23/5/11

Empecé a escuchar canciones que sólo buscan generar dinero y fans adolescentes que esperan horas e incluso días en la cola de un concierto para que luego hagan playback...
En realidad no es musica. Son sonidos empaquetados como esos juguetes de bebés con pilas que dicen pruébame y aprietas y suenan cosas.


La musica, la de verdad, no suena: te atraviesa el cuerpo de parte en parte.
Yo encontré esa canción, con esa letra y ese sonido que podría escuchar horas y horas sin cansarme.Pero dejé de escuchar. Ahora voy por ahí con el pelo mojado y el verano en el cuerpo aunque nieve.


Y entonces dejé de estar. O sea iba a clase, cenaba en casa, quedaba con mis amigas, rellenaba exámenes y esas cosas. Yo iba pero no estaba ahí. Puedes mirar y esuchar y haberte ido, eso lo sabe cualquiera. Cuando todos los que te hablan no tienen actitud, oyes llover todo el rato.
Porque hablar es decir algo, ¿no? Hay veces que las personas no hablan, aunque hablen.


Cuando dejé de oir esa canción me quede callada esperando a que dijese algo que saliera de él y llegara a mí , no algo que se quedara flotando como el hilo musical de una sala de espera.

Al cabo de varios minutos ya no esperaba que él dijera nada pero ya no tenía ni idea de a donde ir. ¿A un bar? ¿A mi casa? ¿A mi cuarto? La verdad es que ultimamente mi cuarto me parece una caja de zapatos y estoy cogiendo complejo de gusano de seda.

Y ahí me quedé, de pie, "que me haga invisible, que me haga invisible".

En vez de estudiar me pongo a escribir.No eres un puto personaje inventado ni eres mi puto amor platónico.Te he encontrado (y tú si tienes música.)










Lo mejor de todo es que ahora esa canción suena más alto que nunca.




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1 comentario:

  1. Si ahora la canción aún sigo sonando, y además con más fuerza que nunca no lo desaproveches, y escuchala, siéntela dentro... por que llegará un momento en que lo único que llegue a tus oidos será el silencio

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